lunes, 5 de marzo de 2012

"El Principio Precautorio en la Resolución de Problemas"

Resolución de problemas ambientales

La expresión problema ambiental implica todas aquellas situaciones ocasionadas por actividades o comportamientos humanos, económicos, sociales, culturales y políticos, entre otros, que afectan el medio y producen impactos negativos sobre las condiciones de vida y la salud.

Los problemas ambientales se pueden clasificar en rurales y urbanos.

Problemas ambientales rurales. Se encuentran en este rubro los incendios, el desmonte, el sobre pastoreo, el uso inadecuado de agroquímicos, la erosión o la pérdida de biodiversidad, la disminución de la vegetación y de los cultivos, la urbanización, entre otros.

Problemas ambientales urbanos. Son la contaminación por residuos y por afluentes industriales o el consumo indiscriminado de agua y energía.

Principio precautorio. Durante mucho tiempo los movimientos de defensa del ambiente y de salud pública han tratado de encontrar formas de proteger la salud y el medio ante la incertidumbre científica con respecto a la relación causa- efecto.

Casi siempre la sociedad ha debido a sumir la tarea de demostrar que una actividad o una sustancia en particular es peligrosa, al igual que los productos que resultan de estas actividades, son considerados inocentes en tanto no se demuestre lo contrario.

El principio precautorio se centra más en las opciones y las soluciones que en el riesgo.

Aplicación del principio precautorio: etapas del proceso

El principio precautorio es una herramienta muy útil en la adopción de medidas para la toma de decisiones en el desarrollo de un proceso. Los pasos son los siguientes:


1.     Caracterizar y entender el problema o la amenaza potencial.
2.     Determinar lo que se sabe y lo que no se sabe de la amenaza.
3.     Reformular el problema para obtener una descripción de lo que debe hacerse.
4.     Identificar alternativas para la actividad o el producto.
5.     Establecer una línea de acción.
6.     Hacer un monitoreo.
1. Caracterizar y entender el problema o amenaza potencial.
El propósito para este paso es lograr una mejor comprensión de lo que puede suceder si cierta actividad continúa, y asegurarse de que se haces las preguntas correctas acerca del proceso.
2. Determinar lo que se sabe y lo que no se sabe de la amenaza.
El objetivo es tener un cuadro más claro sobre la incertidumbre que rodea esta amenaza.
3. Reformular el problema para obtener una descripción de lo que debe hacerse.
Se trata de entender mejor qué se pretende obtener con la actividad propuesta.
4. Identificar alternativas para la actividad o el producto.
Un componente integral del principio precautorio es el análisis exhaustivo y sistemático de las alternativas que existen para las actividades propuestas, que pueden incluir opciones como las de no efectuar la fumigación hacerla con un plaguicida menos tóxico, o llevar a cabo el rociado en tierra para evitar la deriva.
5. Establecer una línea de acción.
Se reúne toda la información disponible y se determina el grado de precauciones que deben tomarse.
6. Realizar un monitoreo.
Sin importar que medida se adopte, resulta imprescindible el monitoreo de la actividad a lo largo del tiempo, con el fin de identificar resultados esperados e inesperados.

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